viernes, 31 de mayo de 2013

Educar a tolerar la frustración desde pequeños


Para poder marcarnos el cometido de educar a nuestros hijos/as o alumnos/as a tolerar la frustración, necesitamos  entender primero algunos aspectos fundamentales como: qué es la frustración, cómo reconocer esta emoción o cuáles son las características de las personas con alta y baja tolerancia a la frustración. Vemos estos contenidos en los siguientes enlaces:

3. Orientaciones para educar a tolerar la frustración desde pequeños. (Próximamente)

jueves, 30 de mayo de 2013

Educar a tolerar la frustración desde pequeños (Parte 1)


¿Cómo definimos la frustración?

La frustración es una vivencia emocional o sentimiento desagradable que aparece cuando un deseo, ilusión, proyecto o necesidad no pueden ser cumplidas o no se pueden satisfacer. Ante este hecho que nos provoca frustración, cada persona vive la experiencia de un modo concreto, y respondemos de diferentes maneras y con diferentes intensidades: enfadándonos, entristeciéndonos, asustándonos, amedrentándonos etc.

Por su parte, la tolerancia se relaciona con la capacidad de respetar, aguantar y/o soportar con paciencia y respeto algo que no compartimos o entendemos.

Por tanto, podríamos describir la tolerancia a la frustración como la capacidad de enfrentar situaciones adversas y altamente frustrantes y ser capaz de asumirlas y resolverlas. Aunque puede parecer fácil, no lo es.


La tolerancia a la frustración en los niños

En los niños más pequeños, el hecho de no tolerar ni una demora en la satisfacción de sus deseos es un comportamiento normal. Esto no resulta extraño si tenemos en cuenta que los deseos de los bebés están relacionados con las necesidades fisiológicas básicas como alimentarse o dormir. A esta edad es muy importante que tales deseos se satisfagan de inmediato, porque esto les proporciona una sensación de seguridad y estabilidad que es muy importante para su desarrollo emocional. 
 Sin embargo, a medida de los niños van creciendo se van dando cuenta que sus deseos no siempre pueden ser satisfechos de inmediato y en estos momentos es cuando van a aprender o no, a tolerar y aceptar cierta molestia o demora en la realización de sus deseos como algo inevitable. Tales aprendizajes en los niños van a estar directamente relacionados con las pautas educativas que utilicen sus padres para educar la tolerancia a la frustración. Por tanto, educar a los hijos a manejar las frustraciones es fundamental para su desarrollo posterior.

Desde la primera infancia el niño empieza a experimentar algunas situaciones que tienen que aprender a tolerar, como conformarse con un juguete diferente al que desean, o no conseguir el juguete en el momento que lo quieren, no tener la comida que ellos prefieren, no ir a jugar con otros niños en un momento determinado o no lograr que los demás hagan lo que desean en el momento que ellos desean, entre otros.
Estos niños que no toleran o aceptan que sus deseos no sean satisfechos de inmediato pueden expresarlo de diferentes maneras en función de su edad:  llorar, gritar, patalear, romper o/y tirar cosas, orinarse encima, tirarse al suelo, pegar a otros o a ellos mismos, cuando son más pequeños, o enfadarse o encolerizarse continuamente, quejarse en exceso, mostrar mal humor constante, discutir por cualquier revés, abandonar actividades rápidamente cuando no consiguen éxito, etc., cuando son mas mayores. Ante estas situaciones, los padres deben evitar satisfacer continuamente sus deseos por temor a un enfado, porque desean evitarles este sentimiento (como veremos en el apartado de orientaciones educativas). Lo único que lograrán es que sus hijos no experimenten la frustración y no estén preparados para afrontar situaciones estresantes. Sin embargo, si los niños aprenden a controlar la frustración serán capaces de postergar la satisfacción de los deseos, de esperar, de respetar los turnos, de sobreponerse cuando algo no les sale bien sin reaccionar impulsivamente…etc.


Continúe leyendo sobre las características de la alta y baja tolerancia en la adultez…..

miércoles, 29 de mayo de 2013

Educar a tolerar la frustración desde pequeños (Parte 2)

“No tolero la frustración”: Consecuencias de la baja tolerancia a la frustración en la madurez

Cuando los niños no han aprendido a tolerar sus frustraciones tienden a convertirse en adultos que, en mayor o menor medida, consideran que sus propias necesidades están por encima de cualquier cosa o persona, a veces incluso por encima de leyes y normas sociales. No soportan que las cosas no salgan como ellos quieren, cometer un error es algo terrible, fracasar inadmisible, que llueva durante un día de acampada es una injusticia que no debería suceder nunca, ser rechazado, no conseguir el trabajo deseado, no lograr un ascenso, que los demás no se comporten del modo apropiado etc. Todas esas cosas que a las personas con adecuada tolerancia a la frustración les resultan simplemente molestas, inconvenientes o desagradables, para ellos son como verdaderas catástrofes. Con frecuencia se sienten de mal humor, agitados, ansiosos, tristes, resentidos, humillados o enfadados con el mundo que debería estar ahí para satisfacer todos sus deseos. Se sienten víctimas, se quejan continuamente, culpan a los demás y al mundo.
En el adulto, las frustraciones más vivamente sentidas suelen ser de orden afectivo: decepciones sentimentales, pérdida de un ser querido, pero también pueden afectarle frustraciones de situaciones que ocurren con normalidad: vecinos ruidosos que perturban la paz de su domicilio, compañeros de trabajo que obtienen ventajas que a él se le niegan, un pequeño arañazo en el coche puede convertirse en una calamidad, que el fontanero no llegue a la hora que dijo algo inadmisible, una diferencia de opiniones con otra persona un ataque, o cualquier otro ejemplo de la vida cotidiana.

Cada persona posee un grado diferente de tolerancia a la frustración. De la misma manera no todas las personas resuelven las frustraciones con la misma facilidad, algunas tendrán más recursos para enfrentarlas y otras menos. Sin embargo, no existe un blanco o un negro, sino un continuo que va de la baja a la alta tolerancia.

Las personas con baja tolerancia se enfadan o se ponen tristes ante el más mínimo deseo insatisfecho u objetivo no logrado. Les supone un gran esfuerzo superar esa situación y se sienten desmotivadas para volver a intentarlo o ante circunstancias parecidas

Estas personas han ido desarrollando una serie de creencias erróneas que les hacen ver el mundo de este modo y que condicionan toda su visión:

- Creen que tienen que obtener todo lo que quieren y para ello exigen, ordenan e insisten para que se satisfagan sus deseos a toda costa. (Es normal, teniendo en cuenta que desde la niñez se les ha enseñado que son merecedores de todo con sólo pedirlo..).

- Creen que es necesario que la vida sea siempre fácil y cómoda. (De esta manera, al creer que la vida debe ser fácil y placentera abandona sus proyectos personales o ciertas situaciones por no saber cómo conducirse sin angustiarse, por ejemplo).

- Creen que cualquier dificultad, demora, fracaso, etc. es demasiado horrible para soportarla.

- Confunden sus deseos con sus necesidades.

Otras creencias frecuentes son que “si uno se esfuerza mucho todo es posible para cualquiera y todo lo que deseas lo lograrás” o que “si uno es fuerte y complace al otro, el otro no me frustrará”. Sin embargo, lo cierto es que las frustraciones forman parte de la vida como también lo forman el placer o la satisfacción. Visto así, puede que lo más importante para crecer sea aprender a aceptar la vida con sus propias potencialidades y límites. Aunque esto último siempre será más liviano cuando contamos con las herramientas y recursos adecuados para afrontarlos.

Es por todo ello, que aunque la frustración es parte de la vida, se aprende y por eso es tan importante educar a tolerarla.


Características de las personas con alta tolerancia a la frustración

Las personas con alta tolerancia a la frustración son personas con un gran equilibrio y fortaleza ante situaciones adversas. Son capaces de postergar la satisfacción de los deseos, de esperar y de sobreponerse cuando cualquier situación no ocurre como ellos esperan. Para estas personas la vida es vivida de forma más agradable y con menos estrés. Son capaces de ver las oportunidades que ofrecen los reverses y problemas de la vida y a la vez tienen más recursos y probabilidades para resolverlos. No intentan escapar de situaciones difícil para no sentir el dolor y aceptan con más facilidad el sufrimiento y la incomodidad o el fracaso, mientras que no dejan que ello les perturbe excesivamente. Saben responder adecuadamente a los contratiempos e imprevistos y mantienen la calma para pensar mejor en tales situaciones y poder encontrar las soluciones más adecuadas en vez de huir, quejarse, lamentarse, armar un escándalo o hacer desaparecer el problema.

Continue leyendo "Orientaciones para educar a tolerar la frustración"

martes, 28 de mayo de 2013

Inteligencia Emocional


La inteligencia emocional consiste en la capacidad de saber gestionar nuestras emociones (mediante su autoconocimiento, autocontrol emocional y el manejo de la motivación), y también las de otros mediante habilidades sociales y la empatía (ponerse en el lugar de otra persona sin llegar a identificarse emocionalmente con ella).

A continuación desarrollaremos en mayor extensión diferentes aspectos relacionados con la Inteligencia emocional:

1. ¿Qué es la inteligencia emocional?

2. Componentes de la inteligencia emocional.

3. Orientaciones básicas para educar en inteligencia emocional

lunes, 27 de mayo de 2013

Inteligencia Emocional. Parte 1.

¿ Qué es la inteligencia emocional?

 ¿Qué puede llevar a un estudiante modelo, con las notas medias más altas de la clase a llevar a cabo una agresión a un profesor? ¿No se supone que tener un alto nivel de inteligencia racional, un alto coeficiente intelectual (CI) nos hace sumamente inteligentes, incapaces de cometer actos impropios de tal inteligencia? o ¿Por qué un empleado modelo, con los mejores resultados en su empresa puede ser incapaz de resolver un conflicto con sus colegas de trabajo? o ¿Cómo es posible que un arquitecto inteligente, capaz de diseñar creativas e imposibles construcciones sea incapaz de iniciar y mantener una conversación?

Las respuestas radican necesariamente  en que la inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional. Hasta las personas más inteligentes y con un CI más elevado pueden ser pésimos dirigentes  de su vida y hundirse en pasiones e impulsos ingobernables o no tener las habilidades sociales y empáticas necesarias para llevar una vida adaptada en la sociedad.

Diversos estudios consideran que el coeficiente intelectual parece aportar tan sólo un 20% de los factores determinantes del éxito en la vida, lo cual supone que el 80% restante depende de otra clase de factores. Y éste es precisamente el problema, porque la inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades, o de oportunidades, a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida. Estos otros factores a los que me refería anteriormente son lo que consideramos  la inteligencia emocional, que contiene características como la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de retrasar las gratificaciones, de resolver conflictos adecuadamente, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.
Tal como ocurre con la asignatura de lenguaje o de matemáticas, el conjunto de habilidades que supone la vida emocional puede dominarse en mayor o menor medida. Y el grado de dominio que alcance una persona sobre estas habilidades resulta decisivo para determinar el motivo por el cual ciertos individuos prosperan en la vida mientras que otros, con un nivel intelectual similar, acaban en un callejón sin salida.

Aunque  nuestro temperamento y carácter tiene una base genética, existe un porcentaje elevado de conductas emocionales que son aprendidas. Así, las lecciones emocionales que aprendimos en casa y en la escuela durante la niñez nos influencian en que seamos más aptos o más ineptos en el manejo de los principios que guían la inteligencia emocional. En este sentido, la infancia y la adolescencia constituyen una auténtica oportunidad para asimilar los hábitos emocionales fundamentales que gobernarán el resto de nuestras vidas.

La inteligencia emocional nos lleva a una vida más equilibrada y feliz, y es que una persona con inteligencia emocional posee confianza en sus capacidades; crea y mantiene relaciones satisfactorias con un comportamiento asertivo (comunicando lo que necesita, siente y piensa así como teniendo en cuenta los sentimientos de los otros); está motivado para explorar, afrontar desafíos y aprender; posee una alta autoestima; tiene recursos para resolver conflictos etc. Y todo ello influye de forma positiva en todas las áreas de su vida.

 Una vez que conocemos la importancia de la inteligencia emocional en nuestras vidas y la importancia de su aprendizaje en tener una vida más feliz y exitosa, podemos adentrarnos a conocer cuáles son las habilidades que se incluyen dentro de lo que se ha dado en llamar “inteligencia emocional”.


Fuentes: "La práctica de la inteligencia emocional". Daniel Goleman.
               "La inteligencia emocional". Daniel Goleman.
                Guía breve de educación emocional para familiares y educadores. Asociacion Elisabeth d´Ornano.

domingo, 26 de mayo de 2013

Inteligencia Emocional. Parte 2.

Componentes de la inteligencia emocional

La inteligencia emocional abarca cinco competencias. Tales competencias podemos incluirlas dentro de dos grandes grupos: el ámbito intrapersonal y el ámbito interpersonal.


ÁMBITO INTRAPERSONAL:

1. Autoconomiento emocional (el conocimiento de las propias emociones). El conocimiento de uno mismo y el reconocimiento de nuestras emociones. Conocimiento del modo en que éstas nos afectan a nosotros mismos y a los demás. Conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades y la confianza en sí mismo. Por ejemplo, el conocimiento de uno mismo nos llevará a tomar decisiones más acertadas sobre nuestro futuro, como que estudios realizar o si comprometernos demasiado en una relación o no entre otras muchas.

2. Autocontrol emocional (la capacidad de controlar las emociones). El autocontrol nos permite no dejarnos llevar por los sentimientos del momento, sino controlar nuestras emociones y sentimientos y adecuarlos al momento. Se trata de la capacidad para demorar la gratificación y sofocar la impulsividad; de tener la capacidad de tranquilizarse a uno mismo, de desembarazarse de la ansiedad, de la tristeza, y de la irritabilidad exagerada así como de saber tolerar la frustración y controlar la ira entre otros.  Las personas que carecen de esta habilidad tienen que batallar constantemente con las tensiones desagradables mientras que, por el contrario, quienes destacan en el ejercicio de esta capacidad se recuperan mucho más rápidamente de los reveses y contratiempos de la vida.

3. Automotivación (la capacidad de motivarse uno mismo). Se trata de dirigir nuestra atención hacia un objetivo concreto y saber mantener la energía necesaria hasta su consecución. Igualmente guiar nuestras emociones hacia el objetivo nos permite mantener nuestra motivación. Actuar de forma optimista y positiva hacia los contratiempos. Por ejemplo, mantener la energía para estudiar para los exámenes finales evitando salir cada día con los amigos o por ejemplo, seguir una dieta manteniendo la energía necesaria para conseguir nuestro objetivo (estar más delgados y saludables) que lo que podríamos obtener si abandonamos la dieta (la satisfacción momentánea de comer alimentos que nos gustan).


ÁMBITO INTERPERSONAL:

4 .Empatía (el reconocimiento de las emociones ajenas). Es la habilidad para ponerse en lugar del otro y reconocer sus emociones. Se trata de saber interpretar las señales (a menudo no verbales) que emiten los demás. Las personas empáticas suelen sintonizar con las señales sociales sutiles que indican qué necesitan o qué quieren los demás, estableciendo lazos más reales y duraderos con las personas de nuestro entorno.

5. Habilidades sociales (el control de las relaciones). Se trata de manejar las relaciones y establecer redes de relaciones. Saber cómo comunicarnos con otros en diversos tipos de situaciones (con nuestros jefes, profesores, amigos etc), cómo cooperar con otros y relacionarnos en grupo. Igualmente se incluye en esta categoría saber ser asertivo, resolver conflictos de formas adecuadas y como persuadir a otros y ejercer el liderazgo. Las habilidades sociales las necesitamos en cualquier momento de nuestra vida. Por ejemplo, al escuchar las quejas de un cliente, al resolver un conflicto con nuestra pareja, un compañero de trabajo o nuestro hijo, o al llamar la atención de nuestro jefe sobre su falta de sensibilidad. La carencia de estas habilidades es la causante de que hasta las personas intelectualmente más brillantes fracasen en sus relaciones y resulten arrogantes, insensibles y hasta odiosas. Estas habilidades sociales son las que nos permiten relacionarnos con los demás, movilizarles, inspirarles, persuadirles, influirles y tranquilizarles.

Las personas desarrollamos tales componentes en mayor o menor medida. Así, podemos ser grandes comunicadores, con facilidad para reconocer los sentimientos de otros y satisfacer sus necesidades pero no saber cómo resolver nuestros propios conflictos, por ejemplo.
Fuentes: "La práctica de la inteligencia emocional". Daniel Goleman.
               "La inteligencia emocional". Daniel Goleman.
               Guía breve de educación emocional para familiares y educadores. Asociacion Elisabeth d´Ornano.
                Enlace 1.  

sábado, 25 de mayo de 2013

Inteligencia Emocional. Parte 3


Orientaciones básicas para educar en Inteligencia Emocional


"Fue una pequeña tragedia familiar. Carl y Ann estaban enseñando a su hija Leslie, de cinco años de edad, a jugar a un nuevo videojuego. Pero, cuando Leslie comenzó a jugar, las ansiosas órdenes de sus padres eran tan contradictorias que más que tratar de «ayudarla» parecían tentativas de dificultar su aprendizaje.
—¡A la derecha, a la derecha! ¡Alto! ¡Alto! —gritaba Ann, cada vez más fuerte y ansiosamente.
—¡Fíjate bien! ¿Ves cómo no estás alineada?... ¡Muévete hacia la izquierda! —ordenaba
bruscamente su padre Carl.
Mientras tanto Leslie, mordiéndose los labios, permanecía con los ojos completamente fijos en la
pantalla, tratando de seguir sus indicaciones.
  
Entre tanto Ann, con una mirada de franca frustración, seguía exclamando:
—¡Alto! ¡Alto!
Entonces Leslie, incapaz de complacer a ambos a la vez, contrajo la mandíbula y empezó a sollozar.
  
Sus padres, ignorando las lágrimas de Leslie, comenzaron a discutir:
—¿Pero no te das cuenta de que apenas mueve la raqueta? —gritaba Ann, exasperada.
Las lágrimas rodaban por las mejillas de Leslie, pero ni Carl ni Ann parecieron darse cuenta de lo que
estaba ocurriendo. Pero cuando Leslie se enjugó los ojos, su padre le espetó:
—¿Por qué quitas la mano del mando? ¿No ves que si lo haces no podrás reaccionar? ¡Ponla de
nuevo en su sitio!
—Muy bien. ¡Ahora muévela sólo un poquito! —seguía gritando mientras tanto Ann.
Pero Leslie ya estaba sollozando otra vez, a solas con su angustia".
                                                                                       "Inteligencia Emocional.Daniel Goleman”
Durante nuestra infancia este tipo de situaciones pueden ocurrir en muchas ocasiones. Y es en momentos donde los niños aprenden lecciones muy profundas. Así, una de las posibles interpretaciones que Leslie pudo hacer de aquella experiencia es que sus padres no tuvieron en cuenta sus sentimientos. La vida familiar es el primer escalón en nuestro aprendizaje emocional, la primera escuela en la que aprendemos a sentirnos a nosotros mismos y en donde aprendemos la forma en que los demás reaccionan ante nuestros sentimientos, donde aprendemos igualmetne a pensar en nuestros sentimientos, en cómo interpretarlos y cómo expresar nuestros temores y esperanzas entre muchos otros.
Algunas pautas generales para estimular la inteligencia emocional de tus hijos pueden ser las siguientes que se exponen a continuación. Sin embargo, hay que considerar, que existen variadas y

viernes, 24 de mayo de 2013

Las emociones. Funcionalidad (Parte 1)


¿Qué son? ¿Cuál es su funcionalidad?

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.

La emoción también se puede definir como “reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos”. Según la RAE (Real Academia Española), la emoción es una “alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”.

Las emociones actúan como depósito de influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas.
Por otro lado, las emociones se expresan tanto psicológica como fisiológica y conductualmente.
  • Psicológicamente, las emociones alteran la atención, activan ciertas conductas y también redes asociativas relevantes en la memoria.
  • Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo.
  • Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros.
Funcionalidad
En relación a su funcionalidad y significado, todas las emociones son, en esencia, los impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución con el fin de sobrevivir.  

Fuentes: Enlace 1. Enlace 2. Enlace 3. Libro :"Inteligencia Emocional". Daniel Goleman.

jueves, 23 de mayo de 2013

Las emociones. Tipos y significado. (Parte 2)

¿Cúales son las emociones básicas y cómo se expresan?

Aunque cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta, el ser humano (independientemente de su cultura o raza) tiene 6 emociones básicas. Tales emociones son: miedo, sorpresa, aversión, ira, alegría y tristeza. La distinta impronta biológica propia de cada emoción evidencia que cada una de ellas desempeña un papel único en nuestro repertorio emocional y todos ellos se encuentran relacionados con la propia supervivencia del individuo.

  1. Miedo: Tendemos hacia la protección
    En el caso del miedo, la sangre se retira del rostro (lo que explica la palidez y la sensación de «quedarse frío») y fluye a la musculatura esquelética larga —como las piernas y los brazos- favoreciendo así la huida. Al mismo tiempo, el cuerpo parece paralizarse, aunque sólo sea un instante, para calibrar, tal vez, si el hecho de ocultarse pudiera ser una respuesta más adecuada. Las conexiones nerviosas de los centros emocionales del cerebro desencadenan también una respuesta hormonal que pone al cuerpo en estado de alerta general, sumiéndolo en la inquietud (aceleración del ritmo cardiaco, hiperventilación, tensión en los músculos, dilatación pupilar, etc) y predisponiéndolo para la acción, mientras la atención se fija en la amenaza inmediata con el fin de evaluar la respuesta más apropiada.

    Sorpresa: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
    El arqueo de las cejas que aparece en los momentos de sorpresa aumenta el campo visual y permite que penetre más luz en la retina, lo cual nos proporciona más información sobre el acontecimiento inesperado, facilitando así el descubrimiento de lo que realmente ocurre y permitiendo elaborar, en consecuencia, el plan de acción más adecuado.

    Aversión / Asco: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
    El gesto que expresa asco o aversión parece ser universal y transmite el mensaje de que algo resulta literal o metafóricamente repulsivo para el gusto o para el olfato. La expresión facial de aversión -ladeando el labio superior y frunciendo ligeramente la nariz— sugiere, como observaba Darwin, un intento primordial de cerrar las fosas nasales para evitar un olor nauseabundo o para expulsar un alimento tóxico.

    Ira: nos induce hacia la destrucción
     La ira aumenta el flujo sanguíneo a las manos, haciendo más fácil empuñar un arma o golpear a un enemigo; también aumenta el ritmo cardiaco y la tasa de hormonas que, como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas.

Educar sobre los riesgos de Internet


A través de este video explicativo podrás encontrar más ejemplos sobre cómo reaccionar a situaciones de riesgo en Internet.



Grooming (Acercamiento sexual a través de la Red)



¿Qué es el grooming?   Video

Con el término inglés grooming nos referimos a un acoso ejercido por un adulto a un menor y se refiere a acciones realizadas deliberadamente para establecer una relación y un control emocional sobre un niño o niña con el fin de ganarse su confianza y obtener concesiones de índole sexual. Tales acciones se llevan a cabo a través de de medios telemáticos (mensajería instantánea, mensajes a móviles, chats, redes sociales etc.). Suelen incluir actuaciones que van desde un acercamiento con empatía y/o engaños, hasta chantaje para obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, pretenden un encuentro en persona.

El grooming es un proceso que comúnmente puede durar semanas o incluso meses, variando el tiempo según la víctima y que suele pasar por las siguientes fases, de manera más o menos rápida según diversas circunstancias:

  1. Fase de amistad: El adulto procede a elaborar lazos emocionales (de amistad) con el menor, normalmente simulando ser otro niño o niña con el objeto de alcanzar la confianza del posible afectado. En esta fase se produce el acercamiento y contacto del ciberacosador con el menor a través de Internet (mensajería instantánea, chat, redes sociales, etc.). Finge ser atractivo para el menor (siendo otro menor de edad similar, buen parecido físico, gustos similares, etc.), enviándole incluso imágenes de un menor que haya conseguido en la Red que responda a dichas características. 
  2. Fase de relación: La fase de formación de la relación incluye con frecuencia confesiones personales e íntimas entre el menor y el acosador. De esta manera, el adulto consolida la confianza con el menor y el va obteniendo datos personales y de contacto del menor.
  3. Fase con componente sexual: el adulto consigue, en el transcurso de la relación con el menor que éste le envíe alguna fotografía comprometida, logrando que encienda la webcam, que pose desnudo, que realice actos de naturaleza sexual frente a la webcam etc. En esta fase el ciberacosador utiliza tácticas como la seducción, la provocación, el envío de imágenes de contenido pornográfico etc.
  4. Fase de ciberacoso y chantaje: En esta fase se inicia el ciberacoso, chantajeando a la víctima para obtener cada vez más material pornográfico o tener un encuentro físico con el menor para abusar sexualmente de él. Si el menor no accede a sus pretensiones sexuales, el ciberacosador le amenaza con difundir la imagen o video que haya capturado con mayor carga sexual a través de Internet (plataformas de intercambios de vídeos, redes sociales, blogs etc) y/o enviarla a los contactos personales del menor. Ante las amenazas del ciberacosador, el menor accede a todos sus caprichos sexuales.

¿Cómo debemos actuar ante casos de grooming?

Cuando tiene lugar una situación de grooming, es necesario determinar su veracidad y llevar a cabo una serie de acciones para atajarla.
  • Pasos a seguir de forma inmediata
  • Denuncie el grooming a los servicios de correo electrónico y a las redes sociales.
  • Denuncie el grooming en la escuela del menor
  • Denuncie el grooming a las autoridades

Pasos a seguir de forma inmediata.

• No responda y no reenvíe mensajes al acosador.

• Conserve las pruebas que demuestran el grooming. Registre las fechas, horas y descripciones de circunstancias en las que tuvo lugar el acercamiento sexual al menor. Guarde e imprima capturas de pantalla, correos electrónicos y mensajes de texto. En el futuro podrá utilizar tales pruebas para denunciar el acoso tanto a los prestadores de servicios de Internet, la compañía telefónica y a las autoridades.

• Bloquee a la persona que realiza el acoso.


Comunique las situaciones de grooming en la escuela. Desde la escuela se pueden utilizar estrategias para la intervención del caso con los implicados y asesorar en su abordaje.
 

Denuncie el grooming los servicios de correo electrónico y en las redes sociales

• Redes sociales: Visite los centros de seguridad de las redes sociales para conocer cómo bloquear a los usuarios y cambiar las configuraciones para controlar quién puede ponerse en contacto con usted. Además, a través de las propias redes sociales como Facebook , Tuenti , Myspace , etc. se puede denunciar una página, grupo, perfil, o mensaje de forma anónima. También proporcionan un correo o formulario de contacto para informar abusos.

• Servicios de correo electrónico: Los servicios de correo electrónico como Windows Live Hotmail , Gmail , Yahoo, etc. suelen proporcionar un correo o formulario de contacto para reportar abusos.

Denuncie el grooming a las autoridades.


Desde el punto de vista legal el tipo penal más próximo al grooming se encuentra en el artículo 183 bis del Código Penal:

“El que a través de Internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un menor de trece años y proponga concertar un encuentro con el mismo a fin de cometer cualquiera de los delitos descritos en los artículos 178 a 183 y 189, siempre que tal propuesta se acompañe de actos materiales encaminados al acercamiento, será castigado con la pena de uno a tres años de prisión o multa de doce a veinticuatro meses, sin perjuicio de las penas correspondientes a los delitos en su caso cometidos. Las penas se impondrán en su mitad superior cuando el acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño”


Una vez que los padres tienen conocimiento expreso de la situación y aún habiéndola comunicado en la escuela, deben denunciarlo ante las Fuerzas y cuerpos de seguridad o autoridades judiciales para iniciar la investigación, identificar al responsable y ponerle a disposición de la Justicia. No se trata únicamente de poner fin a estas situaciones, sino de localizar al responsable para evitar que se repita en el futuro o con otras víctimas potenciales. En muchas ocasiones, los acosadores no actúan contra una sola víctima, sino que disponen de varios «contactos» a los que regularmente acosan. En este sentido, la denuncia de uno de ellos servirá para poder ayudar a todos los que están en su situación, pero no han decidido aún denunciar el acoso.” El proceso a seguir si esta situación es detectada en un centro escolar es contactar de forma rápida con los padres, tutores, o representantes legales de los menores afectados y, a partir de ahí, es de aplicación lo explicado en el párrafo anterior. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Reglas de ética y buenos modales en Internet


Al igual que existen reglas de éticas y de buenos modelos en nuestra sociedad, támbien existen en Internet. A ésto es lo que llamamos la Netiqueta.

Puedes hacerte una idea a través de los siguientes videos:







Igualmente, "Pantallas Amigas" y "Tuenti" se han unido en idear una página web muy interesante sobre la temática anterior. Pínchando en la siguiente foto podrás acceder directamente a la web y obtener más información sobre comportamientos adecuandos e inadecuados en la red.  También podrás encontrás más videos ejemplos.




Fuentes: Enlace 1.

Ciberacoso escolar (Cyberbullying)



El rápido avance en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (móviles, ordenadores, tablets..) por parte de los menores, así como la escasa preparación por parte de los padres, las escuelas y la sociedad en general para la educación de su uso, han propicidado nuevas problemáticas como el cyberbullyng o ciberacoso escolar entre iguales. Los casos de cyberbullying  se han convertido en una preocupación cada vez mayor en Europa. Aunque no existe un consenso sobre la magnitud del fenómeno, el número de niños/as y adolescentes afectados es muy elevado. Tal fenómeno no debe subestimarse, puesto que en los casos más extremos, las víctimas de ciberacoso pueden llegar al suicidio.

A través de los siguientes enlaces podremos conocer un poco más sobre este fenómeno y adquirir nuevos recursos educativos para poder ayudar a nuestros menores a reconocer las situaciones de ciberacoso y a saber como actuar ante ellas.

1. Concepto. ¿Cuándo nos encontramos ante un caso de ciberacoso escolar?

2. Cómo intervenir en situaciones de ciberacoso escolar

3. Orientaciones para menores en relación al ciberacoso escolar.

4. Orientaciones para familias en relación al ciberacoso escolar.

5. Orientadores para profesores en relación al ciberacoso escolar.

Ciberacoso escolar. Parte 1.

 ¿Qué es el ciberacoso escolar o cyberbullying?

 
El ciberacoso escolar o su término inglés cyberbullying se refieren al uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen.     
Otra definicion de ciberacoso es la siguiente: "una agresión psicológica, sostenida y repetida en el tiempo, perpetrada por uno o varios individuos contra otros, utilizando para ello las nuevas tecnologías".
Las características del ciberacoso escolar son las siguientes:
- Que la situación de acoso se dilate en el tiempo: excluyendo las acciones puntuales.
- Que la situación de acoso no cuente con elementos de índole sexual. En este caso se consideraría grooming o acoso sexual.
- Suele existir contacto o relación previa en el mundo físico
- Que víctimas y acosadores sean menores. Si hay algún adulto se consideraría ciberacoso.
- Que el medio utilizado para llevar a cabo el acoso sea tecnológico: Internet y cualquiera de los servicios asociados a ésta: telefonía móvil, redes sociales, plataformas de difusión de contenidos”.
¿Cuándo estamos ante un caso de ciberacoso escolar?
Estamos ante un caso de ciberacoso escolar cuando un o una menor atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles, consolas de juegos u otras tecnologías telemáticas.

¿Cómo se manifiesta el ciberacoso escolar?
Las formas que adopta son muy variadas. Algunos ejemplos son los siguientes:
  • Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes), datos delicados como conversaciones grabadas o correos electrónicos que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones para ridiculizar y dañar a personas
  • Dar de alta, (incluso con foto en algunas ocasiones), a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente etc. y votarle para que aparezca en los primeros lugares.
  • Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales.
  • Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
  • Pretender ser alguien que no se es y enviar o difundir materiales e informaciones online que dejan mal a la persona en cuestión, la ponen en riesgo o causan daño a su reputación ante sus conocidos y/o amigos (Ejemplo: Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos).
  • Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad. Usuarpar la clave de su Facebook o Tuenti e incluso comentarios o fotos en su perfil haciendose pasar por la víctima.
  • Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.
  • Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.
  • Enviar o propagar cotilleos crueles sobre alguien que dañan su reputación o la dañan ante sus amigos.
  • Utilizar un blog personal para denigrar y hablar mal de una persona. 
  • Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.
  • Excluir intencionalmente a alguien de un grupo online, como una lista de amigos.
 
Todas estas acciones pueden ser incluidas en alguno de los siguientes fines perversos por parte del ciberacosador:
1.- Hostigamiento. Ejemplo: envío de imágenes denigrantes, envío de virus informáticos, elección en los juegos online del jugador menos habilidoso para ganarle constantemente y humillarle, etc.
2.- Exclusión y rechazo. Ejemplo: uso de entornos públicos para acosar y mandar comentarios despectivos o difamatorios con el objetivo de provocar una respuesta expansiva, denegación del acceso a foros, chats o plataformas sociales de todo el grupo a la víctima, etc.
3.- Manipulación. Ejemplo: uso de información encontrada en las plataformas para difundirla de forma no adecuada entre los miembros, acceso con la clave de otra persona a un servicio y realización de acciones que puedan perjudicarle en su nombre, etc.

Noticias publicadas en periodicos digitales relacionadas con el cyberbullying:
  Noticia 1.   Noticia 2. Noticia 3. 


Fuentes: Cyberbullying 1. Cyberbullying 2.  Cyberbullying 3.  Cyberbullying 4.

Ciberacoso escolar. Parte 2.

Cómo intervenir en situaciones de ciberacoso escolar




¿Cómo intervenir con el menor cuando se encuentra en una situación de ciberacoso escolar?
Una vez que se ha detectado en el menor diversas manifestaciones de la posibilidad de ciberacoso escolar, y se sospecha de una situación de acoso, la mejor manera de abordarlo es a través de la comunicación y la transmisión de confianza desde los adultos que están a su alrededor.  En primer lugar, es fundamental intentar que el menor no se sienta culpable de lo que está sucediendo. En este sentido, el trabajo del adulto se debe encaminar a convencer al menor que cuenta con nuestra confianza, que comprendemos lo que ha sucedido y que estamos dispuestos a ayudarle contando con su autorización ante los pasos que decidamos dar juntos.
Por tanto, los pasos fundamentales para afrontar tal situación se basan en la comunicación, la evitación de la culpabilización y la transmisión de confianza.
Así, hay que convencerle de la necesidad de articular una respuesta efectiva y que, con la ayuda de los adultos de alrededor, aprenda y valore lo que es una salida eficaz e ineficaz ante la situación de ciberacoso. Se pueden separar y argumentar con el menor las intervenciones ineficaces (parálisis, dejar pasar el tiempo, miedo, confrontación virtual, sumisión e indiferencia) de las eficaces (documentación del caso, búsqueda y apoyo de iguales y adultos, evitación de situaciones problemáticas, utilización de respuestas asertivas, bloqueo de las vías de comunicación etc). Posteriormente debe elegirse que medidas llevar a cabo, siendo fundamental la comunicación con el centro escolar del menor. 
 
¿Qué podemos hacer ante las situaciones de ciberacoso escolar?
Cuando tiene lugar el ciberacoso, es importante documentar y denunciar la conducta de forma que pueda resolverse.
 
Pasos a seguir de forma inmediata.
  • No responda y no reenvíe mensajes de ciberacoso.
  • Conserve las pruebas que demuestran el ciberacoso. Registre las fechas, horas y descripciones de circunstancias en las que tuvo lugar el ciberacoso. Guarde e imprima capturas de pantalla, correos electrónicos y mensajes de texto. Utilice estas pruebas para denunciar el ciberacoso a los prestadores de servicios de Internet y de telefonía celular.
  • Bloquee a la persona que realiza el ciberacoso.
Denuncie el ciberacoso a las escuelas.
  • El ciberacoso puede crear un entorno conflictivo en la escuela y a menudo se relaciona con el acoso escolar en persona. La escuela puede utilizar la información para ayudar a informar sus estrategias de prevención y respuesta.
  • Las escuelas deben tratar el tema del ciberacoso con programas de prevención e intervención para el ciberacoso y acoso escolar.
Denuncie el ciberacoso a los prestadores de servicios en línea, a los servicios de correo electrónico y en las redes sociales
El ciberacoso a menudo viola los términos de servicio establecidos por las redes sociales y prestadores de servicios de Internet.
  • Proveedor de servicios de internet: Consulte sus secciones de términos y condiciones o derechos y responsabilidades. Estos describen el contenido apropiado e inapropiado. Se puede informar a la compañía que el usuario de Internet tenga contratado o a la compañía que esté usando el ciberacosador.
  • Redes sociales: Visite los centros de seguridad de las redes sociales para conocer cómo bloquear a los usuarios y cambiar las configuraciones para controlar quién puede ponerse en contacto con usted. Además, a través de las propias redes sociales como Facebook , Tuenti , Myspace , etc. se puede denunciar una página, grupo, perfil, o mensaje de forma anónima. También proporcionan un correo o formulario de contacto para informar abusos.
  • Servicios de correo electrónico: Los servicios de correo electrónico como Windows Live Hotmail , Gmail , Yahoo, etc. suelen proporcionar un correo o formulario de contacto para reportar abusos.
Denuncie el ciberacoso a las autoridades.
A diferencia del acoso sexual y del acoso laboral (a partir del 23 de Diciembre de 2010), el ciberacoso no está todavía tipificado en el Código Penal de España. Pero que el ciberacoso no esté tipificado no impide que la mayor parte de los delitos cometidos a través de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) sí lo esté. Estos pueden incluir: delitos contra el honor (injurias, las calumnias, acusación falsa, alteración de datos etc.), delitos contra la integridad moral (amenazas), o delitos contra la intimidad etc. Cuando el ciberacoso implica estas actividades, se considera un delito y debe denunciarse a las autoridades. 
 
 


Ciberacoso escolar. Parte 3.

Orientaciones para menores en relación al ciberacoso escolar


Internet es una herramienta muy divertida y útil, ya que a través de ella puedes:
- Buscar información para hacer tus trabajos.
  • - Divertirte jugando.
  • - Aprender muchas cosas nuevas.
  • - Conocer y comunicarte con personas de lugares distintos.
Y, sin embargo, Internet es también un sitio al que tiene acceso todo el mundo, tanto buenas como malas personas.

Por ello, existen unas reglas que tienes que tener siempre en la mente y respetar a la hora de utilizar Internet.

 
¿Qué debes hacer cuando navegas en Internet?
  • Siempre utilizar un nombre secreto. Tus datos personales son sólo tuyos
  • Habla con tus padres
  • Cuida de tu ordenador
  • Ignora el spam
  • Demuestra que sabes utilizar Internet
¿Qué NO debes hacer cuando navegas en Internet?
  • Nunca te fíes de los extraños. Un desconocido no es tu amigo o tu amiga
  • No acuerdes nunca citas con desconocidos a través de Internet
  • Recuerda que Internet no es un medio para insultar o molestar a la gente
  • No te creas los regalos y los chollos
  • Recuerda que los virus acechan constantemente

Obtén más información sobre los puntos anteriores en la guía elaborada por la Junta de Castilla y León. (Fuente)

 Recuerda:


 

Ciberacoso escolar. Parte 4.

Orientaciones para familias en relación al ciberacoso escolar


Internet es un tesoro de la información. De hecho, el desarrollo de Internet ha hecho que el mundo sea un sitio más pequeño. Hoy en día, Internet es una ventana al mundo que facilita la búsqueda y el intercambio de información, pero también de ideas y mensajes con personas de distintos sitios del mundo. Y, sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios, como cualquier otra cosa, también tiene sus puntos malos. Los contenidos inapropiados y las facilidades de contacto que ofrece a potenciales infractores son algunas de las desventajas de esta gran herramienta, que afectan, en mayor medida, a los más vulnerables: nuestros hijos/as. Pero prohibirles el acceso a Internet sería cerrarles el acceso a la información.

Por ello, para nosotros, los padres y las madres, es importante conocer y comprender bien esta herramienta para poder entender los riesgos que conlleva y guiar a nuestros hijos/as en su exploración en Internet. A continuación os presentamos, de forma sintética, unas recomendaciones básicas para que, tanto nosotros, como nuestros hijos/as, podamos disfrutar de Internet y sus beneficios.

Recuerda que Internet tiene muchas facetas positivas. Es un instrumento que puede ser muy divertido y muy útil.

A través de él nuestros hijos/as buscan información para realizar trabajos escolares, conocen gente de lugares distintos del mundo y aprenden cosas nuevas. Es, por excelencia, la herramienta del progreso social hoy en día. Por ello, estas recomendaciones deben representar una pequeña parte de su educación con respecto al buen uso de los medios informáticos. Todo ello se debe complementar con el trabajo de los centros educativos y, por tanto, de los docentes, para asegurar una utilización apropiada de las Nuevas Tecnologías.

  1. Aprender a conocer Internet.
  2. El fomento del diálogo y la comunicación.
  3. La importancia de los datos personales.
  4. La seguridad de tu equipo informático.
  5. La importancia de las normas de utilización.
  6. ¿Qué hacer en situaciones de ciberacoso?.
 Obtén más información sobre los puntos anteriores en la guía elaborada por la Junta de Castilla y León. (Fuente)